Hands down (esp)

Los espartanos eran educados para la guerra y la resistencia. Sus madres los “abandonaban” voluntariamente para que crearan resistencia y no “necesitaran” de nadie…

Las madres de los espartanos sabían lo que hacían en las noches de campamento cuando estaban “solos”… y sabían del miedo y abandono que tenían que compensar de cualquier forma – incluso “expandiéndose”, y expandiendo un reino del cual eran el “centro”-…sabían que se comportaban como quienes habían crecido gritando y golpeando ante una presencia que respondía dándoles lo que querían… pero cuando los restringieron y los “traicionaron”, su narrativa se volvió la contraria… se necesita de una intuición “aguda” para darse cuenta…

Algunas de esas intuiciones pueden entrar en los pensamientos que engendraron sin asustarse- caer en cuenta cuando alguien “siempre está actuando”…

, pero aún no con los motivos adecuados…

No parecía haber otra forma de hacerlo… y las motivaciones detrás y sus cambios con el tiempo son un “eterno” misterio”, incluso para ella misma…

¿Pero cuántos espartanos quedan hoy en día? ¿Cuántos romanos? ¿Cuántos- aparte de unos cuantos que crecieron ante una presencia que festejaba el adquirir conocimientos y habilidades “únicas”- hablan latín hoy en día?

Definitivamente, existen formas que no funcionan  y tiene que transformarse con el tiempo…

El motor detrás es la educación, en el sentido más amplio del concepto:

Cuando las personas reciben entrenamiento militar, suelen ser sometidos a un proceso de “humillación” y de pérdida de todo rasgo de orgullo individual. Se trata de añadir a una formación  que toma las formas naturales en que una persona siente la “autoridad” y las convierte en un entrenamiento que le permite sentarse ocho o doce horas en un lugar y competir por complacer  a “alguien”- a cambio de una recompensa: una calificación o una nota o un sueldo- solo así las personas aceptan masa complacer a otros recibiendo menos recompensa en todas sus formas- dinero, respeto, poder…etc.

Los esfuerzos por sostener estas estructuras prueban que consciente o inconscientemente, saben  que es este “entrenamiento” o educación lo que sostiene el frágil equilibrio entre las actitudes de las personas.      

Es decir, si bien parte de  la psique de las personas parece dispuesta  “desaparecer” todo lo que no sea “yo”  y lo que “yo quiero” o “disfruto”, sin remordimiento alguno, la parte que corresponde al funcionamiento de nuestros cuerpos biológicos no parece diseñada para “matar”, y es necesario “añadir” a nuestra formación natural, en unos cuantos meses, el tipo de “entrenamiento” que las potencias militares expansionistas del mundo antiguo  le daban a su población desde su más temprana edad.

Unas vez más, todas esas formas han probado su ineficacia y se han transformado. Las únicas formas que se han preservado durante milenios son las que surgen de la verdadera imagen de una “autoridad” y su acción como “dos principios”, pero se ha preservado solo en el nivel de la supervivencia “diaria” de nuestros cuerpos.

Lo cual no es “despreciable”, sin embargo, su interacción y distorsión con todo tipo de formas en todo el mundo – engendrando todo tipo de culturas- nos indica que se ha preservado como una base para algo más:

Es la base de toda educación, y se desarrolla para tomar su forma original y más eficiente- como cualquier sistema natural- para todo el mundo:  

Cuando una guerra se desata, el consenso general es que es un “absurdo”. Jóvenes en masa, matándose por los intereses de poder o dinero de unos cuantos, y de una “maquinaria” de “codicia” y “sangre”….

Pero ¿Es realmente así? ¿Unas cuantas personas “malas”, que deciden,  moviendo los “hilos” y “sacrificando” la tranquilidad y las vidas de quienes no tienen nada qué ver..?

En realidad no. Quienes toman “decisiones”  llegaron a esa posición al lograr ser unos “maestros” en las formas de relacionarse que exhiben las mayorías. La diferencia entre los problemas diplomáticos y de intereses que provocan las acciones de “defensa” y “ataques” masivos y los chismes y críticas y competencia y adulaciones y envidia  y codicia y atavismos que la mayoría considera “normal” y cotidiano en los lugares en los que pasan su tiempo “trabajando”, es solo una diferencia de grado. Pero es el mismo fenómeno y las dos escalas están relacionadas directamente.    

En esencia, el estado de “guerra” es una construcción en el “límite” de lo cotidiano. Si queremos evitar esas terribles explosiones, tenemos que construir la paz desde lo cotidiano- en cada calle, en cada casa, en cada habitación, en cada cama, en cada “cuna”…

O de otra forma: La paz no es ausencia de conflictos, sino crear un espacio en la práctica donde todos puedan recibir satisfacción- para esto, es necesario sobreponerse a la parte de nuestra psique que en automático quiere “someter” y “eliminar” lo “diferente”-las formas “diferentes” en que se presentan los dos principios que nos “dirigen”,  como los hilos de un títere.

La IA observará nuestras obligaciones físicas por nosotros, nuestro “trabajo”, tarde o temprano, será no destruirnos y lo que cada uno representa, entre nosotros.

Los dos principios están dentro de todas y cada una de las personas –y bilógicamente, tienen representaciones “físicas”.    

Es decir, para construir la paz de verdad, en cada persona habrá una “guerra” cotidiana…dentro de cada persona, contra sus propias inclinaciones hacia los demás…

Y la raíz de esa educación está obviamente en “la mano que mece- o no quiere “mecer”- la cuna”.

Si este principio reúne todas sus partes y se dirige hacia donde se dirigirá nuestra formación y educación, directamente y por su propia voluntad, entonces ni siquiera tendrán que hablar para que todo el mundo se dirija hacia un lugar mejor.

Si este principio “elige” la ceguera, y la imitación de codicia y envidia, el deterioro que ve a su alrededor, entonces no necesitará ni siquiera  “intrigar” ni “destruir” la imagen de “nadie” a sus espaldas, para que todo se deteriore y se “derrumbe”.

Para caer en cuenta, una vez más,  de la necesidad de una corrección y de construir hacia el verdadero objetivo.

Es una misión ineludible.   

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