Up close to the Bottom (esp)

A lo largo de la historia hemos presenciado como los ideales más “elevados” al intentar ser aplicados por las personas, suelen resultar en un desastre peor que lo que querían “corregir”.

Como el concepto de unidad que terminó en fascismo y nazismo. Como el intento de corregir la naturaleza humana mediante manipulación y fuerza que terminó en regímenes sangrientos y ”totalitarios” donde los que pretendían “corregir” a los demás exhibían los peores comportamientos…etc.           

¿Pero a qué se debe esto?

¿Es posible explorarlo? ¿O simplemente tenemos que “resignarnos” a que la naturaleza y los impulsos delas personas están destinadas a llevarnos a un “abismo”?

Nuestro aprendizaje es en gran parte “asimilación” e “imitación” de las acciones que vemos a nuestro alrededor.

Una persona puede no ser consciente de que está “repitiendo” formas de comportamiento que vio en sus primeros años y esto ha determinado todas sus acciones y situaciones. Y solo tomará conciencia si esos comportamientos comienzan a producirle dolor o decepciones, si las circunstancias cambian “de súbito” y  eso lo hace “buscar” otro tipo de influencias.

Nuestro entorno se “ensancha” y podemos “comparar” con un círculo más amplio de acciones. Es el proceso que podríamos aplicar a cada persona y también es el proceso de las expediciones y la globalización.

Un proceso en el que mediante la búsqueda de recursos, poder, influencia, estatus…etc. una persona, un pueblo, un país o un corporativo, etc. “ensancha” su entorno de relaciones.

Y gradual e inadvertidamente “asimila” y “justifica” dentro de sí cada vez más acciones.

Sin embargo, este proceso de “ampliar” nuestra esfera es en su mayor parte inconsciente, en contra de nuestra voluntad: si una persona-o un pueblo o una cultura- encuentra comportamientos o acciones a las que no está acostumbrado, emite un juicio acerca de ello en donde se coloca por “encima” de ello e intenta adaptarlo a sus  propias formas y “posesiones”.  La otra parte suele hacer lo mismo, existen “vencedores” y “vencidos”, “sometedores” y “sometidos”, pero esas categorías son temporales y si nos extendemos en el tiempo, veremos que esta “lucha” va “expandiendo” los juicios de ambas partes hasta comenzar a incluirse unos en otros.

Digamos que alguien con muchas posesiones pude juzgar a alguien sin posesiones como “inferior” en iniciativa, impulso, fuerza y talento…etc. y explotarla “diferencia” para sentir “satisfacción  consigo mismo e intentar perpetrar el estado en que siente “ventaja”…hasta que las circunstancias que no dependen de él y los cálculos de “brazos más fuertes” le “aten” las manos y lo sometan a las mismas condiciones que antes “juzgaba”.

De la misma manera, alguien sin demasiadas posesiones puede “juzgar” a los que acaparan recursos como “inconscientes”, “ciegos”, “sádicos”, “engañosos” y “auto-engañosos”…etc., hasta que las circunstancias lo colocan en una posición favorable para acumular satisfacciones para sí mismo, y comprueba en “su propia carne”, que no podrá evitar actuar como aquello que “desprecia”.

Al final, podríamos  llegar a la conclusión de que la “cima” de las sensaciones de satisfacción  que todas las personas- consciente o inconscientemente – parecemos buscar, está al mismo tiempo “al fondo” de lo que percibimos como un “abismo”.

Sin embargo, es muy diferente ser “arrojado” hacia el fondo de un abismo y comenzar a explorarlo -y descubrirlo como la “cima” de las posibilidades-  “por necesidad”, comparado con explorarlo por “voluntad propia”.

Es equivalente a la diferencia entre ir a hacia una meta inevitable mediante un “látigo” en la espalda, o mediante hacer nuestra voluntad cada vez más “grande”-de verdad  más “inclusiva”- hasta que sea similar a la meta que tiene toda la “creación”.

“Algo” que contiene dentro de su actitud todos los detalles, todas las “acciones” posibles que percibimos a nuestro alrededor, independiente del lugar e incluso el tiempo.

Sabemos que al ver la acción de un artesano- digamos, una mesa de madera o algún material “inerte”- solo “entenderemos” sus acciones y decisiones al construirla, al intentar al menos construir una mesa igual.

En nuestro caso, el material del cual está construida nuestra historia y nuestras persecuciones y objetivos, son pensamientos e ideas, opiniones, actitudes y la forma en que “encarnan” en las personas y sus acciones y sobre todo: las interacciones entre ellas.

Por lo tanto, el tomar la historia en nuestras manos significaría construir dentro de cada uno, una voluntad de ir por nuestra cuenta hacia una cohesión y justificación cada vez mayor de todas las ideas y actitudes y comportamientos e historias, dentro de un solo “concepto” o “idea”, o sentido en la práctica-como la construcción de una mesa que de alguna manera puedes “tocar” o “comprobar”.

Es decir, ir por nuestra voluntad hacia el “abismo” de nuestra verdadera actitud hacia los demás, y descubrir en esa “oscuridad”, toda la “iluminación” que en realidad contiene.

Es por eso que conceptos como incluso, unidad, conexión, corrección…etc. que suelen ser usados en formas “ligeras” como chantaje, “auto-justificación”, “juicios estrechos hacia los demás”, incluso para obtener ganancias y “poder” e intentar manipular para “imponer” nuestra estrecha visión personal…etc. En el fondo- o por encima de todos esos “juegos”- son conceptos muy serios y elevados.  

Y la seriedad y el explorar estos conceptos a profundidad, será cada vez más necesario.       

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